La rectora apuesta por ”relaciones bilaterales” con las instituciones del Reino Unido para mantener programas de movilidad y grupos de investigación.
La Universidad de Granada (UGR) apuesta por minimizar los daños colaterales que tendrá la previsible salida del Reino Unido de la Unión Europea. El Brexit, y su incidencia en los programas de movilidad y en la ciencia, ha obligado a las universidades, no sólo la de Granada, a poner en marcha planes alternativos para mantener los vínculos académicos y de investigación con el Reino Unido. En el caso de la UGR, su rectora y candidata a la reelección, Pilar Aranda, explica que “vamos a tener relaciones bilaterales” con las universidades inglesas.
La propia Comisión Europea tiene claro –y así lo señala en el portal dedicado a Erasmus+, el programa estrella de internacionalización– que “cualquiera que sea el resultado de las negociaciones en curso entre la UE y el Reino Unido, se espera que el Brexit dé lugar a numerosos cambios en el programa” de movilidad. También se señala que el reconocimiento de créditos o estudios no depende del programa, sino de las instituciones académicas. En ese sentido, la rectora apuesta por acuerdos bilaterales.