El 31 de mayo celebraremos el Día Mundial sin Tabaco sensibilizando a la población sobre los efectos nocivos y mortales del tabaquismo y el uso de los productos del tabaco. A nivel mundial, las cifras son alarmantes: cada año se producen más de siete millones de muertes asociadas al tabaco en todo el mundo. Esta es una de las principales razones por las que la UE y sus Estados miembros son partidarios activos de un tratado mundial en el ámbito de la salud, el Convenio Marco para el Control del Tabaco de la Organización Mundial de la Salud.
El consumo de tabaco constituye, por sí solo, el mayor riesgo evitable para la salud y la causa más importante de muerte prematura en la UE, responsable de casi 700 000 fallecimientos al año. No se trata solo de cifras abstractas, sino que son nuestros familiares, amigos o compañeros. Estoy especialmente preocupado por los jóvenes que comienzan a inhalar vapor de tabaco y a consumir toda una serie de nuevos productos como los productos del tabaco tratados térmicamente y los cigarrillos electrónicos, que se comercializan cada vez más con declaraciones engañosas. El 29 % de los jóvenes europeos de entre 15 y 24 años fuma. ¿Cuántos de ellos utilizan alternativas que dañan sus jóvenes pulmones?
La UE está empeñada en proteger a los ciudadanos de los efectos nocivos del consumo de tabaco. El 20 de mayo se puso en marcha una de nuestras medidas clave más destacadas en la lucha de la UE contra el comercio ilícito de productos de tabaco, los sistemas europeos de trazabilidad y de medidas de seguridad de los productos del tabaco. Esto significa que los consumidores verán pronto nuevas marcas de trazabilidad en los envases, junto con las medidas de seguridad requeridas. Las marcas de trazabilidad permitirán a las autoridades nacionales realizar un seguimiento y rastrear los movimientos de los envases de productos del tabaco a lo largo de toda la cadena de suministro legal de la UE. Además, las medidas de seguridad permitirán a las autoridades públicas y a los ciudadanos determinar si un producto del tabaco que se encuentra en el mercado es auténtico o ilícito.
El sistema de trazabilidad y de medidas de seguridad de los productos del tabaco complementa otras medidas clave adoptadas en la UE para luchar contra el tabaquismo, como la regulación de los productos del tabaco, la restricción de la publicidad, la promoción y el patrocinio transfronterizos del tabaco, el apoyo a los Estados miembros en la creación de entornos sin humo y la regulación de la fiscalidad del tabaco. Además, los envases de productos del tabaco ahora llevan grandes advertencias sanitarias gráficas. También hemos introducido prohibiciones relativas a elementos promocionales y engañosos, una normativa más estricta sobre ingredientes, incluida una prohibición de los productos con aromas a partir del 20 de mayo de 2020, y un primer marco reglamentario para los cigarrillos electrónicos. Algunos países de la UE van aún más lejos y aplican medidas de envasado genérico, y otros más se dirigen en esta dirección. Es para mí una satisfacción afirmar que hemos hecho realidad todos los requisitos establecidos en la Directiva sobre los productos del tabaco a su debido tiempo, incluido el establecimiento de un sistema de notificación de productos y un grupo consultivo sobre aromas.
En conjunto, el objetivo de estas medidas es ayudar a los fumadores a dejar el tabaquismo, o bien que las personas ni tan siquiera empiecen a fumar. Dado que el 93 % de los fumadores empieza a fumar antes de cumplir los 26 años, prestamos especial atención a evitar que los jóvenes comiencen a fumar.
Sabemos que un factor de riesgo relacionado con el estilo de vida, como el consumo de tabaco, está incrementando la creciente carga que representan el cáncer y las enfermedades cardiovasculares. Afecta directamente a la calidad de vida y a la esperanza de vida de los ciudadanos, y repercute negativamente en los sistemas sanitarios y sociales nacionales, incluida la futura mano de obra.
Por lo tanto, cuento con los Estados miembros para que nos ayuden a alcanzar nuestros objetivos comunes. Necesitamos un control estricto del tabaco a todos los niveles y, por lo tanto, haré especial hincapié en la existencia de un sistema sólido de vigilancia del mercado y de aplicación de la legislación. También debemos responder a nuevos retos como los productos del tabaco novedosos. Así pues ¡pongámonos a trabajar!