24/11/2022 | 19:30 H.
El sintagma “cine europeo” resulta una realidad para algunos, pero también una entelequia para otros. En un momento donde la globalización parece haber alcanzado altas cotas de permeación en diferentes ámbitos culturales, hablar de una identidad fílmica común en torno a las cinematografías europeas se convierte en un reto. Si bien las fronteras laborales se fueron adelgazando en los últimos años gracias a las políticas europeas, lo que permitió que profesionales pudieran trabajar en diferentes países o bien que se fomentasen las coproducciones, no es menos cierto que los principios sobre los que se edificaron estas propuestas han ido mutando. Es por ello que nos urge replantearnos qué se entiende hoy por cine europeo y si hay una identidad que se sustente en las representaciones que se producen en estas películas.