A raíz de una alerta de la Oficina Europea de Uniones de Consumidores (OEUC), la Comisión Europea y las autoridades de consumo de la UE (Red de Cooperación para la Protección de los Consumidores) se pusieron en contacto con Nintendo para tratar de resolver un problema técnico recurrente con los mandos que no funcionan.
A raíz de esta acción, Nintendo ha aceptado ofrecer a todos los consumidores el derecho a la reparación de los mandos afectados de la consola de juego «Nintendo Switch» de forma gratuita, incluso fuera del plazo de garantía legal. Dirigieron la acción conjunta el Ministerio de Desarrollo e Inversiones griego y la Agencia de Medio Ambiente alemana, con la coordinación de la Comisión Europea.
Los usuarios de la consola Nintendo Switch habían informado a las autoridades de cooperación para la protección de los consumidores y a las asociaciones de consumidores de que dichos mandos sufrían problemas de deterioro y pérdida de control de la consola. Como esa situación inutilizaba los mandos, los consumidores, que no podían repararlos fácilmente o de forma gratuita, se vieron obligados a sustituirlos, con los consiguientes residuos electrónicos innecesarios. Como resultado de la acción, Nintendo ha aceptado ofrecer e indicar claramente que los centros de reparación de Nintendo arreglarán sin coste alguno los mandos Joy-Con defectuosos, independientemente de que el problema se haya producido por un defecto o por el desgaste, e incluso si la garantía de Nintendo ha expirado.
Contexto
La red de Cooperación para la Protección de los Consumidores (CPC) es una red de autoridades responsables del cumplimiento del Derecho de la UE en materia de protección de los consumidores. Para solucionar problemas transfronterizos, la Comisión Europea coordina sus acciones a escala de la UE.
Las autoridades nacionales son responsables del cumplimiento de la legislación de la UE en materia de protección de los consumidores. Con arreglo a la actualización del Reglamento sobre la cooperación en materia de protección de los consumidores, ahora disfrutan de competencias más amplias para detectar irregularidades y adoptar con rapidez medidas contra los comerciantes deshonestos.
Este problema técnico, conocido como «deriva Joy-Con», afecta tanto a las consolas Nintendo Switch como a las Nintendo Switch Lite. Las organizaciones que forman parte de la OEUC habían recibido casi 25 000 reclamaciones de consumidores por la consola Nintendo Switch en enero de 2021.
El 22 de marzo, la Comisión adoptó una propuesta sobre el derecho a la reparación. La propuesta hará que sea más fácil y rentable para los consumidores reparar los bienes en lugar de sustituirlos. Una vez adoptadas las nuevas normas, estas garantizarán que se reparen más productos dentro de la garantía legal y que los consumidores dispongan de opciones más sencillas y baratas para reparar los productos técnicamente reparables (por ejemplo, las pantallas electrónicas) cuando la garantía legal haya expirado o cuando el aparato ya no funcione debido al desgaste. El Parlamento Europeo y el Consejo habrán de adoptar la propuesta de la Comisión.
Además, la Comisión ha propuesto una actualización de las normas de la UE en materia de protección de los consumidores a fin de capacitarlos para la transición ecológica. A eso se añade la iniciativa sobre la justificación de las declaraciones ecológicas, que facilitará que los consumidores tomen decisiones de compra sostenibles y evitará que las empresas hagan declaraciones engañosas sobre las ventajas medioambientales de sus productos y servicios.
Las revisiones propuestas del Derecho de la UE en materia de protección de los consumidores se anunciaron en la Nueva Agenda del Consumidor y en el Plan de Acción para la Economía Circular. Las revisiones tienen por objeto fomentar los cambios necesarios en el comportamiento de los consumidores para alcanzar los objetivos climáticos y medioambientales del Pacto Verde Europeo, velando por que los consumidores estén mejor informados sobre la durabilidad y la reparabilidad de los productos, y protegiéndoles de las prácticas comerciales que les impiden hacer compras más sostenibles.