Cumpliendo el compromiso de la presidenta von der Leyen en el discurso sobre el estado de la Unión de 2022, la Comisión añade un pilar a la Unión Europea de la Salud: un nuevo enfoque global de la salud mental.
Este enfoque es un primer paso importante para equiparar la salud mental a la salud física y ofrecer un nuevo planteamiento intersectorial de los problemas de salud mental. La Comisión, con veinte iniciativas emblemáticas y 1 230 millones de euros de financiación de la UE procedente de varios instrumentos financieros, ayudará a los Estados miembros a dar prioridad a las personas y a su salud mental.
La Comunicación de hoy llega en el momento oportuno: antes de la pandemia de COVID-19, los problemas de salud mental ya afectaban a una de cada seis personas en la UE, situación que se ha agravado con las crisis sin precedentes que se han sufrido en los últimos años. La inacción sale carísima, ya que su coste asciende a 600 000 millones de euros al año.
La salud mental importa: aspectos clave para tratar los problemas de salud mental
En el contexto de unos cambios tecnológicos, medioambientales y sociales importantes que no pueden asumir fácilmente las personas, la actuación de la UE en materia de salud mental se centrará en tres principios rectores:
- una prevención adecuada y eficaz,
- el acceso a una atención sanitaria y a unos tratamientos en el campo de la salud mental asequibles y de alta calidad, y
- la reinserción en la sociedad tras la recuperación psíquica.
El enfoque integral estudia la salud mental en todas las políticas para reconocer los factores de riesgo polifacéticos que implican estos problemas de salud. Siguiendo este enfoque, las actuaciones concretas cubrirán un amplio ámbito de políticas e incluirán esfuerzos por:
- Promover una buena salud mental por la vía de la prevención y la detección temprana, especialmente a través de una iniciativa europea de prevención de la depresión y el suicidio, un Código europeo de salud mental y el refuerzo de la investigación sobre la salud cerebral.
- Invertir en formación y desarrollo de capacidades que potencien la salud mental en todas las políticas y mejoren el acceso a los tratamientos y la atención sanitaria. Las acciones incluirán programas de formación e intercambio para los profesionales y ayuda técnica para las reformas de la salud mental a escala nacional.
- Procurar que haya una buena salud mental en el trabajo mediante la sensibilización y la mejora de la prevención. Para ello se recurrirá, por ejemplo, a campañas de sensibilización en la UE a cargo de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo, y a una posible iniciativa de la UE en el futuro sobre los riesgos psicosociales en el trabajo.
- Proteger a los niños y a los jóvenes durante sus años más vulnerables y formativos, con un trasfondo de presiones y retos en aumento. Las medidas incluyen una red de salud mental infantil y juvenil, un conjunto de herramientas de prevención para niños centradas en los principales determinantes de la salud física y mental, y una mejor protección en línea y en las redes sociales.
- Prestar especial atención a los grupos vulnerables, ayudando de forma específica a las personas más necesitadas, como las personas mayores, las personas en situaciones económicas o sociales difíciles y las poblaciones de inmigrantes o refugiados. Se incidirá especialmente en las poblaciones afectadas por conflictos, en particular en las personas (y especialmente los niños) desplazadas de Ucrania y en los niños ucranianos sometidos al trauma de la guerra.
- Predicar con el ejemplo en el ámbito internacional mediante la sensibilización y realizar una contribución de calidad en el terreno de la salud mental en situaciones de emergencia humanitaria.
Contexto
Incluso antes de la pandemia de la COVID-19, los problemas de salud mental afectaban a alrededor de 84 millones de personas en la UE, y estas cifras solo han empeorado desde entonces. La pandemia ha ejercido presiones añadidas en la salud mental, especialmente entre los jóvenes y las personas con problemas psíquicos previos. En su discurso sobre el estado de la Unión de septiembre de 2022, la presidenta Ursula von der Leyen anunció una nueva iniciativa sobre salud mental.
La iniciativa también aborda las peticiones del Parlamento Europeo y una propuesta que presentaron los ciudadanos en el marco de la Conferencia sobre el Futuro de Europa. No actuar en el campo de la salud mental implica unos costes altísimos que aumentarán previsiblemente, como consecuencia de los retos mundiales relacionados con los cambios sociales, políticos y medioambientales, la expansión de la digitalización, las presiones económicas y los cambios radicales en el mercado laboral. Se calcula que los costes totales de los problemas de salud mental, que incluyen los costes para los sistemas sanitarios y los programas de seguridad social, pero también la reducción del empleo y la productividad de los trabajadores, ascienden a más del 4 % del PIB de todos los países de la UE, lo que equivale a más de 600 000 millones de euros al año [1].