La Estrategia establece medidas audaces para reducir los obstáculos existentes que frenan el comercio y las inversiones dentro de la UE, presta apoyo a las pymes para operar y ampliar sus actividades y alivia la carga de las empresas al impulsar la digitalización. La Estrategia pide a los Estados miembros que contribuyan a hacer del mercado de la UE la mejor opción posible para las empresas, los trabajadores y los consumidores.
En el mundo actual, caracterizado por la volatilidad económica y las tensiones comerciales, el mercado de la UE es el primer motor de nuestra competitividad. El mercado de la UE ha aumentado el PIB de la UE en al menos un 3-4 % y ha creado 3,6 millones de puestos de trabajo desde su creación. Una mayor realización del mercado único duplicaría los beneficios ya obtenidos.
La Estrategia para el Mercado Único se centra en varias prioridades:
Eliminar obstáculos: si bien reconoce la necesidad de trabajar para eliminar todos los obstáculos, la Estrategia se centra en eliminar los diez más perjudiciales notificados por las empresas: los «terribles diez»: una creación y funcionamiento complicados de las empresas; normas complejas de la UE; la falta de apropiación por parte de los Estados miembros; el reconocimiento limitado de las cualificaciones profesionales; la ausencia de normas comunes; normas fragmentadas sobre envasado; la falta de conformidad de los productos; una reglamentación nacional de los servicios restrictiva y divergente; normas complejas para el desplazamiento de trabajadores en sectores de bajo riesgo; y restricciones territoriales injustificadas del suministro que provocan precios elevados para los consumidores.
Estos son los obstáculos que más dificultan la libre circulación de bienes y servicios y que impiden que las empresas y la ciudadanía aprovechen plenamente el mercado único europeo. Se han determinado sobre la base de consultas exhaustivas con las partes interesadas. Al eliminarlos, se potenciará la libre circulación de productos seguros, la prestación transfronteriza de servicios y la simplificación de la creación y el funcionamiento de las empresas en toda la UE.
Aportar un nuevo dinamismo al sector de los servicios en Europa: los servicios representan la mayor parte de la economía europea, pero su comercio transfronterizo se encuentra estancado. La Estrategia se centra en sectores específicos de servicios y propone:
- presentar una Ley de Servicios de Construcción y una nueva Ley de la UE sobre la Entrega para modernizar las normas tanto en el sector de la construcción como en el de los servicios postales y de paquetería;
- facilitar los servicios relacionados con la industria, como los servicios de instalación, mantenimiento y reparación;
- ayudar a los Estados miembros a liberar los servicios regulados prestados a las empresas de la reglamentación innecesaria.
Todas estas medidas complementarán las iniciativas en curso en los sectores de la energía, las telecomunicaciones, el transporte y los servicios financieros.
Apoyar el desarrollo y el crecimiento de las pymes: Para ayudar a las pymes a aprovechar al máximo las oportunidades de crecimiento del mercado único, la Comisión introduce una nueva definición de pequeñas empresas de mediana capitalización, ampliando algunos de los beneficios que se ofrecen a las pymes a estas empresas. La Estrategia propone un «identificador de pyme», una herramienta en línea que ofrece una manera sencilla de verificar la condición de pyme. Además, la red de representantes para las pymes promoverá medidas de apoyo y facilitación de la actividad de las pymes en el comercio transfronterizo. Estas nuevas iniciativas se publican junto con el último informe anual sobre las pymes europeas, que pone de relieve el crecimiento previsto del valor añadido de las pymes y del empleo en ellas.
Simplificar la normativa existente y convertir la digitalización en la norma: como parte del compromiso de la Comisión de reducir la carga normativa y administrativa para las empresas, la Comisión también publica hoy un cuarto paquete de simplificación ómnibus para las empresas. Las medidas suponen una reducción de 400 millones de euros de los costes administrativos anuales para las empresas. Entre otras cosas, las empresas podrán presentar documentos digitalmente para cumplir las obligaciones derivadas de determinada legislación armonizada de la UE sobre productos y proporcionar instrucciones de uso de los productos de forma digital en lugar de en papel.
Mejorar la responsabilidad compartida del mercado único: para que los beneficios del mercado único sean más tangibles, es importante aumentar la responsabilidad política compartida con los Estados miembros. A tal fin, los Estados miembros deben nombrar a un representante de alto nivel del mercado único («sherpa») para supervisar la aplicación de las normas del mercado único de la UE. También se anima a los Estados miembros a que evalúen la proporcionalidad de sus proyectos de medidas nacionales para evitar la creación de obstáculos al mercado único.
Contexto
Desde su creación hace más de treinta años, el mercado único ha sido un potente catalizador del crecimiento, la prosperidad y la solidaridad de Europa. Con 26 millones de empresas y 450 millones de consumidores, Europa es el segundo mayor mercado mundial en la actualidad, con un PIB de 18 billones de euros, lo que representa el 18 % de la economía mundial.
La nueva Estrategia para el Mercado Único responde directamente a una solicitud del Consejo Europeo, que en abril de 2024 pidió a la Comisión que elaborara una estrategia horizontal para el mercado único antes de junio de 2025. Los ministros responsables de competitividad reafirmaron el llamamiento y pidieron a la Comisión que presentara una hoja de ruta detallada de las acciones con un calendario claro. Estas peticiones se hicieron eco de conclusiones similares de los informes de Enrico Letta y Mario Draghi de 2024, así como del propio informe anual de 2025 de la Comisión sobre el mercado único y la competitividad, que ponían de relieve que la creación de un mercado único verdaderamente integrado es fundamental para la competitividad y la resiliencia europeas.