Con motivo de la celebración del Día Internacional de Limpieza de Playas, que se celebró el 21 de septiembre, la Comisión Europea ha presentado su conjunto de iniciativas para combatir contra la basura marina, apostando por una estrategia multidisciplinar que combina innovación, voluntariado, protección, concienciación y divulgación. Para visibilizar la importancia de proteger el medio marino, la representación de la Comisión Europea en España organizó una jornada de sensibilización y de recogida de basura en las Islas Cíes en el marco de la campaña #EUBeachCleanUp.
Para el desarrollo de esta iniciativa, la Comisión Europea ha contado con la colaboración de la Xunta de Galicia, del Ayuntamiento de Vigo, del Parque Nacional de las Islas Atlánticas, del Instituto de la Juventud (Injuve) y de LitterDrone, un proyecto financiado por el programa Blue Labs de la Unión Europea que tiene como objetivo realizar mediciones precisas para identificar la basura marina presente en nuestras costas.
En concreto, esta jornada de limpieza, que tuvo lugar en la Playa de Rodas de las Islas Cíes y que contó con la presencia de más de 40 voluntarios del Cuerpo Europeo de Solidaridad, se ha desarrollado dentro de la campaña #EUBeachCleanUp, a través de la cual la Comisión Europea ha organizado 52 batidas para recoger basuras en playas de todo el mundo, desde Rumanía hasta Grecia, pasando por Cabo Verde o Malawi. El objetivo no es solo recoger toneladas de basura y de plásticos que llegan a las costas, sino sobre todo involucrar a la sociedad y aumentar la sensibilización sobre la importancia de proteger el ecosistema marino y su biodiversidad, especialmente entre los niños y los jóvenes.
Sin embargo, esta no es la única medida que se está poniendo en marcha desde la Unión Europea para resolver esta situación. Tal y como indicó Francisco Fonseca, jefe de la Representación de la Comisión Europea en España, “la basura marina es un problema global que está alcanzando cotas cada vez más elevadas. Por eso, para atajarlo, no basta con una sola medida, sino que es necesario adoptar un enfoque multidisciplinar. Así, desde la Comisión Europea, hemos puesto en marcha diversas iniciativas que nos permiten trabajar en todos los ámbitos necesarios para proteger el ecosistema marino”.
Un enfoque multidisciplinar para un problema global
Además de organizar batidas para limpiar nuestras costas, la Comisión Europea, a través de sus distintos programas de financiación, está apostando por proyectos que ayudan a combatir la basura presente en el medio marino. Uno de esos proyectos es LitterDrone, que, utilizando cámaras de alta precisión situadas en drones, permite identificar y catalogar los deshechos de las zonas costeras.
Gracias a su innovadora tecnología, permite definir las zonas de mayor acumulación y el origen de dichos deshechos para poner en marcha planes de prevención y de acción más eficaces. Este proyecto, financiado por la Comisión Europea, fue puesto en marcha por la Universidad de Vigo en colaboración con la Asociación Española de Basuras Marinas (AEBAM) y la empresa Grafinta.
De esta manera, impulsando proyectos como LitterDrone, la Unión Europea quiere ayudar a combatir un problema que no solo afecta al medioambiente, sino que también impacta profundamente en la salud del ser humano, ya que las sustancias tóxicas y bioacumulativas liberadas por los deshechos plásticos pueden entrar en la cadena alimenticia. Además, también causa pérdidas socioeconómicas, golpeando a industrias locales como la pesca comercial, el tráfico marítimo o el turismo.
En palabras de Fernando Martín, coordinador de LitterDrone y profesor de la Universidad de Vigo: “La amenaza ambiental que supone la basura marina es equiparable al calentamiento global, por lo que urge apoyar proyectos que ayuden a combatirlo. Gracias al programa Blue Labs de la Comisión Europea, pudimos sacar adelante un software de identificación de imagen que nos permite registrar y analizar los deshechos marinos presentes hasta en las zonas costeras más inaccesibles, algo fundamental para ayudar a proteger nuestras costas”.
En esta misma línea, el Parlamento Europeo y el Consejo de la Unión Europea dieron luz verde recientemente a la Directiva Europea sobre los plásticos de un solo uso, que se publicó en junio de 2019. Esta directiva nació con el objetivo de reducir la cantidad de residuos plásticos que se generan cada año, ya que el plástico es uno de los materiales que más lentamente se descomponen, pudiéndose acumular en mares y playas y siendo ingerido por animales, entrando así en el ciclo alimenticio del ser humano.
Así, esta directiva incluye una serie de medidas destinadas a minimizar los deshechos plásticos. A partir de 2021, quedarán prohibidos gran parte de los plásticos de un solo uso, como los cubiertos los platos, las pajitas o los bastoncillos de algodón. Además, de cara a 2029, los Estados miembros tendrán que recuperar el 90% de las botellas de plástico y, para 2030, deberán reciclar el 30% de dichas botellas. Por último, los productores de plástico y los fabricantes de aparejos de pesca asumirán el coste de las redes perdidas en el mar, y será obligatorio incluir advertencias sobre el impacto medioambiental de otros productos de plástico.
Una Europa solidaria
La recogida de basura que tuvo lugar en las Islas Cíes es una de las 52 batidas que se han puesto en marcha en el marco de la campaña #EUBeachCleanUp. Para ello, la Comisión Europea cuenta con la colaboración del Cuerpo Europeo de la Solidaridad, un proyecto que nació en septiembre de 2016 durante el discurso del presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, y que en España está coordinado por el Instituto de Juventud (Injuve).
El objetivo del Cuerpo Europeo de Solidaridad es construir una sociedad más integradora que de respuesta a los distintos retos sociales. Actualmente, cuenta con un presupuesto de 1.260 millones de euros y, desde 2017, 161.000 jóvenes ya se han inscrito para formar parte del mismo, siendo España el país de la Unión Europea con mayor número de voluntarios (20.980).
Según indica Ruth Carrasco, directora general del Injuve, “el Cuerpo Europeo de Solidaridad es una iniciativa necesaria, ya que Europa y, más concretamente España, está llena de personas que quieren aportar su granito de arena para lograr una sociedad igualitaria y plural, que sea tolerante y que respete el medio ambiente y la biodiversidad que nos rodea. Por eso, poder colaborar entre todos para mantener limpias las playas es una forma excelente no solo de proteger el ecosistema, sino de concienciar a toda la sociedad sobre la importancia de combatir el problema de la basura marina”.
Sobre las inversiones de la UE y la campaña investEU
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Sobre LitterDrone
El proyecto LitterDrone (Development and Exploitation of Innovative Tools for Remote Marine Litter Control and Management through UAVs) es un proyecto piloto de caracterización de basura marina de las costas de Europa. Mediante cámaras de alta resolución situadas en vehículos aéreos no tripulados (drones), se identificarán y caracterizarán los objetos de basura marina gracias a un software especializado de reconocimiento de imagen. Estas imágenes permitirán diseñar e implementar medidas de prevención y mitigación contra la basura marina.
LitterDrone se ha desarrollado gracias a la colaboración de un equipo multidisciplinar constituido por el Grupo de Procesado de Imagen y el Grupo de Marketing e Investigación de Mercados de la Universidad de Vigo, la Asociación Española de Basuras Marinas (AEBAM) y Grafinta S.A., empresa especializada en servicios tecnológicos relacionados con la topografía, la cartografía, la hidrografía y la oceanografía. Este proyecto está financiado por el programa Blue Labs de la Comisión Europea, y cuenta para su desarrollo con el apoyo de Ecoembes y la colaboración del Parque Nacional Marítimo-Terrestre de las Islas Atlánticas de Galicia.