El 3 de diciembre de 2018 entró en vigor el nuevo Reglamento que la Comisión Europea propuso en mayo de 2016 para poner fin al bloqueo geográfico en línea injustificado. Los europeos no tendrán que preocuparse de sufrir un bloqueo o un desvío en un sitio web simplemente porque ellos (o su tarjeta de crédito) proceden de un país diferente. Siempre que estén en la UE, podrán acceder a los bienes y servicios en línea.